La pérdida de pelo es algo muy común hoy en día. La calvicie se da tanto en hombre, como en mujeres. En unos más que en otros, pero afecta igualmente. El pelo es parte de nuestro cuerpo desde que somos pequeños, y perderlo es un gran cambio. Se modifica la imagen que tenemos de nosotros mismos, y perjudica directamente a la autoestima.
En cuanto a la edad, la caída del pelo puede aparecer en cualquier etapa de la vida. Estadísticamente hablando, a los 30 años se da en un tercio de los hombres, y a los 50, la cifra aumenta, llegando a afectar a la mitad de ellos.
Las razones que originan la caída del cabello, pueden dividirse en dos categorías: físicas y psicológicas. Las más comunes son las siguientes:
Genética: es la causa más determinante a la hora de sufrir pérdida capilar. Tener parientes directos que padezcan alopecia incrementa las posibilidades de que aparezca (sobre todo en varones).
Consumo de fármacos: las personas que están en tratamiento por alguna afección, es posible que estén tomando medicamentos que debiliten su cabello, o que les haga perderlo (por ejemplo ciertos antitumorales, o algunos derivados de la vitamina A). Lo bueno es que al finalizar el tratamiento, vuelve a crecer pelo en las zonas afectadas.
Infección dental: puede parecer raro, pero en ocasiones la pérdida de pelo está relacionada con la boca. Normalmente suelen ser pequeñas calvas localizadas. La raíz no se destruye, por lo que el pelo vuelve a crecer cuando el problema se solventa.
Estrés: en épocas de estrés, el organismo tiene unos ritmos diferentes. Comemos peor y dormimos menos. Todo ello incide en la caída del cabello.
Cambios estacionales: cuando se produce un cambio en el clima, todo nuestro organismo sufre pequeños cambios para adaptarse. Algunas personas experimentan dolencias en las articulaciones, pero también puede producirse caída del cabello.
Carencias nutritivas: la alimentación influye mucho sobre todo en la calidad del pelo. El abuso de los productos congelados y las grasas saturadas, empeora la piel y el cabello, que se vuelve más graso.
Edad: con el paso de los años, el cuerpo se deteriora por causas naturales. Y el cabello, además de volverse cano, se cae con más facilidad.
Uso habitual de productos dañinos: rizadores de pelo, secador, planchas, etc.