Más que pigmento: la ciencia detrás de una cabeza perfecta
La micropigmentación capilar no es arte improvisado: es ciencia aplicada con precisión quirúrgica. Cada punto, cada tono, cada movimiento está diseñado para replicar la forma natural en que crece el cabello.
Tecnología, precisión y experiencia
El proceso comienza con un estudio personalizado del rostro, el tipo de piel y la forma del cráneo. El profesional selecciona pigmentos hipoalergénicos y específicos para el cuero cabelludo, capaces de resistir la exposición solar y el paso del tiempo sin decolorarse a tonos verdosos o azules.
Durante el procedimiento, se utilizan microagujas que depositan pigmento en la capa exacta de la dermis, evitando sangrados y garantizando un acabado natural. La clave está en el equilibrio: una técnica demasiado profunda o superficial puede arruinar el resultado.
La importancia del profesional
En un sector en auge, es vital ponerse en manos de especialistas certificados. Un profesional experimentado entiende que cada cliente tiene una textura de piel y una densidad capilar distinta.
En Daniel Ferrer Microcapilar, la prioridad no es solo el resultado visual, sino la armonía estética total del rostro.
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