La pérdida de pelo continuada deriva en alopecia. Pero no todos los casos son iguales, se pueden distinguir distintos tipos. Entre los más comunes, encontramos los siguientes:
Alopecia androgénica o calvicie común: Se da principalmente en los varones, y debe su nombre a la hormona masculina “andrógeno”. Esta hormona actúa nocivamente sobre el folículo piloso, y es la responsable de su deterioro progresivo, que termina con la atrofia total.
Se presenta principalmente en la zona frontal de la cabeza, con las denominadas “entradas”, y se va extendiendo en mayor, o menor media hacia atrás.
En el caso de las mujeres, es diferente. La caída del pelo no es total, de difumina a lo largo del cuero cabelludo, y se conservan las líneas iniciales del cabello; es decir, no presentan entradas.
Alopecia difusa: Cuando la pérdida de cabello varía de intensidad y no está localizada en una zona concreta
Dentro de este tipo de caída del pelo, se enmarcan varios subtipos; desde los más bruscos (hasta el 90% del cabello dañado) hasta la simple debilitación de los folículos de algún área.